Nunca pensé que me alegraria tanto porque algo que era prometedor se fuera a pique. Siempre pensamos que cuanto mas avancemos en nuestra vida profesional mas felices seremos.
En ocasiones esto se vuelve en contra de la persona, sobretodo cuanto parece que compites contra el tiempo. Metes horas extra en tu trabajo cuando no es lo que te toca ya que tienes que estudiar. Y cuando vas a renunciar porque no aguantas la presión,zas, te das cuenta que todo ha sido un error. Todo se va en un segundo.
En el primer minuto te deprimes porque te has quedado sin nada, pero en el segundo minuto te das cuenta que es tu liberación. Por fin puedes relajar tu cuerpo y mente. Por fin sabes que tienes un descanso de dos meses.
Perfecto, y encima conoces gente que merece la pena en el camino. Charlas con ellos y os entendeis, porque vuestras metas no son aplastar por avanzar. La meta es avanzar todos juntos a un lugar mejor.
Te das cuenta que habra gente que llegue a su casa y despues de un duro día de trabajo, tiene a su amor esperandole. Gente que puede lidiar con ambas vidas, pero si tuviera que escoger no dudaría en elegir el amor y la familia.
De que vale que tengas todo el éxito del mundo profesionalmente hablando, si luego llegas a casa y no tienes nadie que te bese, que te de un abrazo o que te apoye.
Pensaba que había retrocedido varios pasos en mi camino, pero en realidad solo me faltaba recordar quien aspiro a ser.
La reflexión de esta semana: por muy mal que se porten contigo, no cambias nada actuando como ellos, portate bien y no hagas que la espral del odio y maldad crezca. Se quien eres, pero respetando a tus compañeros.
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